Alla por el mes de febrero, ya con los fichajes de invierno (los catalanes Fran y Óscar), y sin los chilenos, de vuelta a su país, decidimos hacer un pequeño viaje de fin de semana por el norte de la Bretaña. Algunos teníamos trabajos o exámenes que hacer, otros habían acabado los exámenes en ese momento y estaban fuera... El caso es que esta vez fuimos "sólo" 10. Mucha gente nos había recomendado la zona y decidimos ir a pesar del mal tiempo. Lo planificamos rápidamente y conseguimos un par de habitaciones múltiples en un albergue en Saint Malo para pasar la noche del sábado.
Llegó la noche del viernes y nadie quiso perderse una liada más en el foyer. A pesar de que había que levantarse a las 5 de la mañana pocos faltaron a la cita. Llegadas las 6.00, hora a la que estaban pedidos los taxis, dos ardillas aparecen aún tajadas y sin dormir: Fer y Hadrien. ¡Vaya dos! Fer dio todo un recital en el tren:
- ¿Pa qué coño paran en Saint Brieuc? ¡Esto es una mierda de pueblo! ¿Paran aquí para que se baje sólo un tío? Vamos hombre. ¡Llévenme a Saint Malo! ¡¡¡Cabroneeeeees!!!
- El próximo billete me lo voy a comprar para el vagón-bar.
Además, ahí fue cuando se popularizó la frase. "Estoy más jodido que una ardilla" con sus variantes "estoy más jodido que una rata con quimioterapia" o "una rata con alopecia". La verdad es que Fer ya no sabía lo que se decía. Llegamos a Rennes y vimos a unos vagabundos sentados en la acera:
- Hadrien, regard ça!! Ils ont de l'alcohol et des chiens. Et nous, on a du pastis. on va s'amuser.*
Aunque lo peor de todo fue en el bus de camino al Mont St Michel. Llamó a varios de los SpS que se habían quedado en Brest para despertarlos (debían ser como las 10 de la mañana después de una taja) con el objetivo de hablar con Alberto, que no estaba en su habitación: "si no, no veo el monte".
Y faltaba la traca final.
Neus y yo, todo unos gruñas, después de reservar por internet noche en el albergue, nos olvidamos de apuntar la dirección. Ni siquiera el nombre! Ella llamó a su madre para que le mirara el correo y no se le ocurre otra cosa que darle el teléfono a Fer. ¡La que lió! El figura, aún bajo los efectos del alcohol, le dijo: "Oiga, que su hija se toca los cojones a dos manos con el proyecto, Gorka y yo estamos cagando fuego. Su hija se taja todos los días, va de empalmada a clase o no va y le tenemos que firmar... No sale del foyer."
El fin de semana no había hecho más que empezar y ya prometía.
Llegamos a St. Michel. ¡Vaya petardazo de monte! ¿Dónde está el agua que le rodea? ¿No era una montaña en el medio del mar, a la que se accede por un camino? ¿Y eso de que si sube la marea la gente se queda atrapada dentro? No os creáis nada. Puede que antes haya sido así, pero desde luego hoy no. De hecho el gobierno francés tiene previsto un proyecto "de gran envergadura" para quitar toda la arena de allí y que vuelva a estar rodeado de mar. Arenas que, según el Sevi, son movedizas y su novia intentó meterse. Illo, ¿Qué le habías hecho? :P
[continuará]
*La frase de Fer en español sería: "¡Mira eso! Tienen alcohol y perros. Y nosotros el pastis. Vamos a divertirnos"
Llegó la noche del viernes y nadie quiso perderse una liada más en el foyer. A pesar de que había que levantarse a las 5 de la mañana pocos faltaron a la cita. Llegadas las 6.00, hora a la que estaban pedidos los taxis, dos ardillas aparecen aún tajadas y sin dormir: Fer y Hadrien. ¡Vaya dos! Fer dio todo un recital en el tren:
- ¿Pa qué coño paran en Saint Brieuc? ¡Esto es una mierda de pueblo! ¿Paran aquí para que se baje sólo un tío? Vamos hombre. ¡Llévenme a Saint Malo! ¡¡¡Cabroneeeeees!!!
- El próximo billete me lo voy a comprar para el vagón-bar.
Además, ahí fue cuando se popularizó la frase. "Estoy más jodido que una ardilla" con sus variantes "estoy más jodido que una rata con quimioterapia" o "una rata con alopecia". La verdad es que Fer ya no sabía lo que se decía. Llegamos a Rennes y vimos a unos vagabundos sentados en la acera:
- Hadrien, regard ça!! Ils ont de l'alcohol et des chiens. Et nous, on a du pastis. on va s'amuser.*
Aunque lo peor de todo fue en el bus de camino al Mont St Michel. Llamó a varios de los SpS que se habían quedado en Brest para despertarlos (debían ser como las 10 de la mañana después de una taja) con el objetivo de hablar con Alberto, que no estaba en su habitación: "si no, no veo el monte".
Y faltaba la traca final.
Neus y yo, todo unos gruñas, después de reservar por internet noche en el albergue, nos olvidamos de apuntar la dirección. Ni siquiera el nombre! Ella llamó a su madre para que le mirara el correo y no se le ocurre otra cosa que darle el teléfono a Fer. ¡La que lió! El figura, aún bajo los efectos del alcohol, le dijo: "Oiga, que su hija se toca los cojones a dos manos con el proyecto, Gorka y yo estamos cagando fuego. Su hija se taja todos los días, va de empalmada a clase o no va y le tenemos que firmar... No sale del foyer."
El fin de semana no había hecho más que empezar y ya prometía.
Llegamos a St. Michel. ¡Vaya petardazo de monte! ¿Dónde está el agua que le rodea? ¿No era una montaña en el medio del mar, a la que se accede por un camino? ¿Y eso de que si sube la marea la gente se queda atrapada dentro? No os creáis nada. Puede que antes haya sido así, pero desde luego hoy no. De hecho el gobierno francés tiene previsto un proyecto "de gran envergadura" para quitar toda la arena de allí y que vuelva a estar rodeado de mar. Arenas que, según el Sevi, son movedizas y su novia intentó meterse. Illo, ¿Qué le habías hecho? :P
[continuará]
*La frase de Fer en español sería: "¡Mira eso! Tienen alcohol y perros. Y nosotros el pastis. Vamos a divertirnos"
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